Me acuerdo de mis principios…esos momentos claves en lo que buscaba los primeros proveedores y fabricantes. Esos momentos que ahora veo plagados de errores…errores que ya no cometo o al menos no cometo igual.
En una de mis conversaciones con uno de mis proveedores (me dedico al mundo del calzado), el que se encargaba de mis grabados a láser me contó como él también había querido emprender. Se había metido en el complicado mundo (¿acaso no lo son todos?) de los curtido* (*curtidos en el mundo del calzado:  la venta de pieles tratadas -curtidas) y me dijo una frase que aunque no me gusta pensar mucho en ella tiene su punto de verdad: «Blanca, los amigos son los primeros en arruinarte«. Y él lo explicaba así con la experiencia de su negocio de curtidos ido ya a pique.
Muchas veces, pensando simplemente en ayudarte (porque un amigo de verdad no piensa en fastídiarte) te hace el primer pedido, compra, encarga…y como es amigo ¿cómo no le vas a hacer un descuento…o fiar?
Por lo general, los precios que ponemos a nuestros productos y servicios no son casuales, no es el capricho de un número que te guste más o menos, sino que es un cuidadoso cálculo entre gastos fijos, variables, %de beneficio, márgenes y porcentajes de ofrecerlo al por mayor o al por menor.
Está claro que cuando empezamos un negocio, y a mi me ha pasado, no queremos meter nuestras horas de trabajo, a veces sólo cobramos a los amigos los materiales…todo esto es un error. No se puede regalar, por regla general nuestro trabajo y los buenos amigos se deben dar cuenta.
Los amigos piensan que te están haciendo un favor y a cambio deberías recompensareselo, pero si vendes productos te puedes quedar sin tallas o colores importantes y perder la venta de un nuevo cliente. Si ofreces un servicio pierdes la oportunidad de ofrecerloselo a un nuevo cliente, y muchas veces son estos últimos «los nuevos clientes» los que hacen crecer la empresa. ¿No estaría mejor utilizar la figura del descuento para «fidelizar» a los clientes?. Cuando una clienta me ha comprado dos pares, luego ha vuelto a por unos para su hermana, ha traído a dos compañeras del trabajo que han comprado en total otros tres pares: un total de 6 pares vendidos directa e indirectamente por una misma clienta -no amiga- no se merece ella mejor el descuento para acabar de fidelizar la, no es mejor estrategia de marketing? Aquí ya deberían hablar los expertos.
Yo tengo otra amiga que me organiza ventas para sus amigas y vecinas de urbanización…moviliza a muchas clientas nuevas que vuelven a las siguientes ventas privadas, una amiga que en una tarde te puede hacer ganar 1000 euros, a esta amiga – que a su vez ha comprado a precio de mercado tu producto – también se merece un descuento en la siguiente compra o un regalo especial (o el cielo directamente) porque también la fidelizas a ella y ella te consigue fidelizar a otras clientas. Estas amistades son las que necesita el emprendedor.
Cuando amigas compran para regalar para cumpleaños…y compran tu producto, no eres tú la que tiene que hacer el regalo. Ellas iban a gastarse ese dinero en otra tienda, y ¿acaso tienen más valor, más mérito, más amor los productos de otras grandes superficies y tiendas que lo que ofreces tú? Al pagar el precio marcado haces que la gente valore tu trabajo, tu esfuerzo, tu sueño y todo el sudor y lágrimas que has puesto y pones cada día en tu proyecto…no dejes que lo menosprecien o minimicen.

Sí amigos, he vuelto para que nos pongamos serios y más cuando se trata de nuestro negocio, de nuestro comienzo y de lo que nos da de comer. Y ya si nos sale bien nuestro proyectos pues nos invitamos a unas cañas o a unos tintos de verano ¿no?

Gracias como siempre dejarme desahogar de los problemas que me encuentro como emprendedora y que me siguen sorprendiendo. Los comentarios sirven también para que aprendamos y nos desahoguemos ¡¡ANIMAROS¡¡

Escrito por:helloyoungstersblog

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